Ubicación excelente, cerca de todo. Desayuno delicioso y fresco en el jardín. Habitaciones amplias y cómodas, con ese toque antiguo que encanta. El personal bien chido, siempre dispuesto a ayudar. Solo una sugerencia, un poco más de agua en las habitaciones estaría de lujo.

vuelvo fijo

El hotel tiene un ambiente clásico, con detalles como un piano antiguo. La habitación Classic Room muy cómoda, con aire acondicionado, sábanas suaves y productos Molton Brown en el baño. El desayuno en el patio es genial, con opciones frescas y ricas. El personal es super amable, especialmente Mariana, que nos ayudó mucho.

Desayuno excepcional en una terraza encantadora.

En Lisboa, la comida es un arte, y aquí descubrí maravillas culinarias. Los geles de baño Molton Brown dejaron una huella en mi piel. No olvidemos el desayuno, ¡espectacular! Todo fresco y variado, además del jardín con la melodía de la fuente. Un lugar perfecto para disfrutar de un buen café después de un fugaz paseo por el mercado de La Boulangerie.

El desayuno fue algo lento en la atención y, aunque la selección era amplia, me quedó la sensación de que podría haber más cuidado en los detalles. Además, sería genial si el pez en la fuente de desayuno recibiera un poco más de amor con su agua y comida.

Desayuno sensacional en el jardín.

a) Biblioteca encantadora
b) Desayuno variado
c) Vinoteca con puertos

a) Ruidos del tráfico
b) Aire acondicionado ruidoso
c) Escaso suministro de agua

Corto, claro y al pie

El hotel tiene un encanto innegable con una decoración única y un ambiente relajante. Aunque la ubicación es ideal para explorar, el ruido del tráfico puede ser un inconveniente. El desayuno en el jardín es un deleite, pero las habitaciones podrían mejorar en cuanto al aislamiento y almacenamiento. Un lugar recomendable.

Encanto clásico, limpieza impecable y detalles geniales como productos Molton Brown. Además, el hotel tiene un jardín precioso donde disfrutar de un café.

El aire acondicionado parecía estar en una lucha con el clima, ¡y no ganó!

la terraza y biblioteca con vistas al río fueron perfectas para relajarse. el desayuno en el patio, lleno de opciones frescas, fue el mejor inicio para cada día.

algo faltó en la atención del desayuno.

La clase de habitación era cómoda, aunque olvidé avisar que iba con carrito.

Pasé una noche increíble disfrutando de la calidad de los geles de baño Molton Brown y el desayuno fresco en el jardín, donde pude relajarme junto a una fuente preciosa. El hotel ofrece un rinconcito con sillones y hasta una biblioteca genial para descansar después de pasear. Solo un pequeño detalle, se me olvidó mencionar que iba con carrito, así que me dieron una habitación con escalones, ¡avisar eso puede ser útil! 😊

El hotel tiene un encanto único, con una decoración clásica que me hizo sentir como en casa. Desayunar en el jardín, rodeado de plantas, fue una experiencia maravillosa, especialmente con la variedad de opciones frescas que ofrecían. La biblioteca en el tercer piso, donde uno puede relajarse después de un día explorando Lisboa, también es un punto a favor. Además, la amabilidad del personal, especialmente de Mariana, realmente hizo la diferencia en mi estancia. Resolvieron con prontitud un pequeño inconveniente que tuve con el aire acondicionado.

Aislamiento ruidoso

vistas impresionantes desde la biblioteca

productos de calidad, desayuno abundante

hotel anticuado

Habitaciones decoradas con encanto, el desayuno en el jardín fue sublime y el personal mostró una amabilidad excepcional. Detalles agradables como tarta fresca y café en el área común.

El aire acondicionado tuvo un pequeño problema de ruido.

La Classic Room era muy cómoda. Las sábanas y toallas estaban de lujo, y el colchón me hizo dormir genial. Me encantaron los productos Molton Brown que había en el baño. un detalle que suma. Sin embargo, el ruido del tráfico a veces se hacía presente, lo que puede molestar un poco. Pero, en general, la habitación tenía un aire acogedor y bien cuidada.